Vagina/placer

Recuerdo perfectamente los olores antes y después del acto sexual. El cambio justo cuando el pene y la vagina comienzan a engrosarse. Comenzamos a descender por un túnel cada vez más oscuro, tú y yo.

Desde el momento en que comienzas a acercarte puedo percibir tu olor a corta distancia despertando el ansia de la vulva, comenzando la transformación de la vagina como una planta carnívora que se abre esperando a que se deposite la comida en sus aposentos. ¡Hambre, hambre, hambre!

En un cuarto oscuro, sólo puedo percibir tu olor, el contorno de tu figura y tu respiración. La textura de tu piel y la firmeza del cuerpo, las manos. Pronto corre la saliva provocándome cosquillas en el bajó vientre hasta resbalarse entre los labios y la entrepierna. El momento justo donde sabes que puedes entrar.

En un momento todo se oscurece, cierro los ojos, los abro y no alcanzo a percibir las siluetas en el espacio. Todo se convierte en no materia, la cama, las paredes, los cuadros, la guitarra, los discos, la ropa en el piso desaparece. Inmersos en la oscuridad los sonidos resuenan en el cuerpo vivo-muerto. No hay materia que me sostenga. Cierro fuerte los ojos, cuando los abro esta el gato flotando entre nosotros.